domingo, 9 de junio de 2013

Algunas viejas leyendas cuentan que el amor arruina más que las propias drogas.


Viví con las piernas y el cuerpo destrozado de tanto querer mantenerme a tu altura, y el alma aún más, por querer complacerte. Intenté volar aun sabiendo que mis alas eran demasiado débiles para seguirte y mi cerebro demasiado drogado de ti para entenderlo. Me despertaba y me dormía por ti y contigo, asimilando poco a poco que alguna mañana tú te cansaría de mis buenos días y te irías a la cama de otra. Sonreía a pesar de que me desgarraba el corazón tu indiferencia y aguantaba las jodidas lágrimas recordando lo que me decía de pequeña mi hermana: “Si el chico es el adecuado, nunca te hará llorar.” Y tú eras el adecuado, o al menos eso era lo que mi enamorado corazón deseaba creer. Tu desaparecías por días, y yo esperaba sabiendo que cuando te cansaras de esa salvaje e innecesaria libertad regresarías a mí, como siempre hacías. Aprendí a cocinar por ti y olvidé eso de llegar tarde a las citas. Sufrí ataques de ansiedad, para los que tú eras mi único calmante, y tiré mi teléfono por la ventana para no llamarte mil veces al día y escuchar los tristes pitidos de siempre como respuesta. Me hice lectora compulsiva tan solo para ocupar en algo mi mente y no pensar, para no imaginar a otra en tus brazos. Fingí ser quien no era o tal vez fuiste tú quien me cambiaste, no lo sé bien. Recé, recé y puse ciento y una vela roja en mi cabeza por nosotros. Rompí cinco copas con vino tinto, copas que te esperaron en una mesa, conmigo al lado, y las que tú nunca llegaste a tomar. Me convencí a mí misma de que el amor dolía, pero que era eso o nada, y a mí la nada me mataría. Te esperé tumbada en la cama, sentada a la mesa, en el balcón, la ducha, la cocina… y tú no llegabas, venias por la madrugada con olor a lluvia y cigarrillo, me dabas un beso en la frente pensando que estaba dormida y te acostabas en tu lado de la cama. Y yo no dormía, no podía sabiendo que estabas ausente, y tú estabas ausente siempre, estando lejos o cerca de mí. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario