lunes, 7 de julio de 2014

It´s hard to say goodbye.

Creo que lo más duro de todo fue despedirme de ti. ¡Oh, bueno! No fue duro. Fue fastidioso, triste, desgarrador, ruinoso, devastador, insoportable. No, no fue solamente duro. Todavía recuerdo como uní toda la valentía del mundo, aquella que siempre me había caracterizado pero que ahora estaba en un lugar lejano e inalcanzable. Como respiré una y otra vez. Como revisé mi maleta, me miré en el espejo, observé la calle por la ventana, me cepillé el pelo, bebí agua, revisé el correo. Hice mil y una cosa por aplazar lo inevitable, para alargar un poco el momento de mirarte a los ojos y decirte adiós por última vez. El momento llegaba; lo decía el reloj, el taxista que tenía que estar por llegar y la tristeza en mi mirada. Salí de mi casa y me dirigí a la tuya que estaba tan solo a una manzana. No sabia si te encontraría solo o acompañado, despierto o dormido, sobrio o ebrio, con ganas de verme o no. No lo sabia y tampoco me importaba. Jamás me iría sin mirarte a los ojos por última vez, sin sentir por ultima vez todo aquello que me provocaba estar a tu lado. Recorrí la carretera con la cabeza gacha, subí los peldaños de tu porche, llamé a la puerta. Silencio. ¿Qué si no estabas? ¿Qué si te habías ido? ¿Qué si ya nunca mas te veía? Volví a llamar. Silencio. Llamé de nuevo; sin respuesta. Me senté en las escaleras mirando la tierra mojada que había delante. No podía moverme, no quería, mis piernas no me dejaban; se ve que por una vez se habían aliado con mi corazón y no con mi cabeza. El final había llegado a una velocidad que daba vértigo. El verano se acababa, yo me iba y pronto tu también te irías. Todo pasaría a formar parte del recuerdo. Los amaneceres en la playa, el café de la media tarde, las películas de terror en mi casa, los chupitos de tequila en la tuya. De repente la puerta se abrió. Me levanté de un salto y miré hacia atrás. El corazón me iba a mil por hora. ¿Qué hacia ahora? ¿Qué podía decir?
-Hola
Tu compañero de piso me miraba desde la puerta.
-He venido a despedirme de...
-Sí, ya lo se.
Se giró y gritó tu nombre. Escuché unos ruidos que se convirtieron en pasos. Luego apareciste tú.
Nunca te había visto así. Estabas recién levantado, ibas despeinado y no llevabas nada mas que unos calzoncillos negros. Me tembló la voz.
-He venido a... a despedirme.
-¿Te vas ya?
-Sí, el taxi viene en media hora.
Se hizo el silencio. Nadie sabia que decir.
-¿Cuando te vas tú?
-En tres días, pero tengo que hacer las maletas ya. Pasaré este tiempo en un hotel del pueblo.
Claro. Tú también te ibas. La temporada de veranear en las casas del lago se terminaba hoy. Toda la costa permanecería cerrada y silenciosa hasta volver a llenarse de adolescentes en junio del verano siguiente. Mis compañeras querían volver, yo no me atrevería. Sería insoportable pisar la misma playa y saber que al girarme no te vería de pie fumando un cigarrillo en tu balcón.
-¿Qué hora es? -preguntaste.
-Las nueve -contesté.
-¡Mierda! No tenía ni idea -te pasaste la mano por el cabello-, es que después de la noche anterior...
Sonreí. La noche anterior. Recordaba haber mantenido una larga y profunda conversación contigo mientras subíamos de la playa al pueblo. Ojalá no se me hubiera ocurrido beber alcohol antes de eso, ojalá lo recordara todo un poco más claro...
-Bueno, me voy... -dije disimulando el escozor que me producían esas palabras.
-Sí, me tienes en las redes sociales, ¿verdad?
Negué con la cabeza. Tú enarcaste las cejas como si realmente te extrañara que aún no fuésemos amigos en facebook. Te di mi móvil y tú abriste la aplicación de las notas y apuntaste tus datos.
-Cuéntame que tal te ha ido el viaje cuando llegues a casa -dijiste.
Me extrañó que realmente te interesara. Quizá lo dijeras solo por educación, eso era algo que te caracterizaba. Yo era la clase de chica a la que olvidarías nada más poner pie en tu país; tú eras la clase de chico a la que cualquiera recordaría por muchos veranos que pasaran.
-Claro.
Me acerqué a ti. No sé si el propósito era darte dos besos, abrazarte, oler tu perfume o sentir tu aliento cerca de mí por última vez. Tal vez todo eso junto.
Nos dimos un abrazo.
Me separé.
-Adiós.
-Hasta luego -dijiste.
Te miré de arriba abajo por última vez y me di la vuelta. En seguida escuché el chasquido de la puerta. Pronto llegaría a la casa donde me había alojado, cogería las maletas y subiría al taxi. Pronto me habría ido y todo esto habría acabado. "Hasta luego." No habría un luego. No habiamos sido la clase de amigos o amantes unidos que vuelven a verse. En un año ya ni te acordarias ni vagamente de mi nombre. Yo, en cambio, esperaba que para entonces me dolieras un poco menos.

6 comentarios:

  1. Ay los amores de verano... ¡pueden ser tan dolorosos!
    Gracias por pasarte por mi blog, ya te sigo <3

    ibeatforlove.blogspot.com

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  2. Amores de verano, no suele funcionar, el amor estacional es algo muy de literatura y poco de realidad. Pero seguro que surgen historias bonitas. Me encanta tu blog y me hago seguidora, te invito a echarle un vistazo a mi blog.
    Un besazo <3

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  3. Los amores de verano, son eso, de verano. Suelen esfumarse y con suerte alguna vez de quedan. Te sigo en tu blog desde ya! Espero que te pases por el mío.

    Un besito y hasta pronto :)

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  4. Qué texto más bonito, es muy complicado decir adiós a una persona que fue importante para nosotros, sabiendo que quizá no la volveremos a ver...
    Me alegro de haber encontrado tu blog, he visto tu comentario en un blog y me ha picado la curiosidad jajaj Te invito si quieres a que te pases por el mío :)
    Te sigo desde ya!
    ¡Un beso muy muy muuy grande! <3

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  5. Las despedidas son muy duras, pero tal y como la has descrito resultan hasta "apetecibles".
    ¡Gran blog, te leo de cerca!

    Respecto a nuevas aventuras y despedidas de antiguos habitos, me gustaría comentarte que tras estar cinco años en Blogger, que se dice rápido, he comenzado un proyecto muy innovador en Youtube consistente en audio relatos. Me gustaría que le dieses una oportunidad y le echases un vistazo, y comentases o bien en el canal o bien en el blog lo que te ha parecido. Aquí está el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=lJVUiIiwS2E
    Si te ha gustado no dudes en darle a like, suscribirte, y comentar con gente a la que creas podría interesarle. Gente como tú es la que mueve esto, y si a ti te cuesta un minuto de tu tiempo, a mi me haces avanzar muchísimo en el mío y en mis sueños.

    ¡Gracias por todo y por leerme, y gracias sobre todo por la oportunidad!
    Alicia.

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  6. Primero darte las gracias por pasarte, a mí me encanta tu fondo

    ¡Amores de verano..! El hecho de esa despedida, hace que lo valoremos más, que deseemos no irnos nunca y que lo vivamos al límite, siendo intenso.

    Un abrazo!

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