lunes, 28 de julio de 2014

Dolor

Le pregunté por qué sufría, y sobre todo por qué callaba como si tratara de esconder su dolor. No me parecía inteligente. Compartir sus penas podía ayudarle. Veía sufrimiento en su mirada, oscuridad, tristeza, desesperación. Cada día le hacia la misma pregunta y siempre recibía la misma respuesta: "no me pasa nada". Pero no le creía. Le conocía y sabia que me estaba mintiendo. Entonces le aconsejé coger un trozo de papel y plasmar en él todo su dolor. Siempre se le había dado bien escribir y pensé que lo que le rompía los huesos por dentro y le oscurecía la mirada también podía servirle de inspiración.

Claramente no escribió nada., pero en un cierto momento su respuesta me produjo un escalofrío. Todavía la recuerdo.


"La inspiración no es compatible con el dolor. No es algo que vaya unido. Cuando algo realmente malo sucede, algo que te frena la respiración y hace que te estalle el corazón en mil pedacitos, en lo último que piensas es en escribir. Sobre el verdadero dolor no se habla, no se escribe, no se grita. Una vez que el corazón te estalla, las manos empiezan a temblarte descontroladamente y se te nubla la vista, lo único que quieres es desaparecer. Cierto es que cuando sufres de verdad no quieres compartir ese sufrimiento con nadie. No quieres ver a nadie, hablar con nadie, no quieres ni verte a ti, ni seguir existiendo o respirando, o seguir viviendo. El dolor es un tsunami que llega y arrasa con todo; tu consciencia, tu respiración, el ritmo de tu corazón, la fuerza de tus piernas, las ganas de seguir viviendo. Hay cosas que no se pueden explicar, compartir o decir; esta es una de ellas."

3 comentarios:

  1. Dios mío, me has dejado sin palabras. Porque mierda, ahora mismo, eso es lo que siento. Perder la inspiración en aras de un dolor que no conoce fin. Y lo has plasmado tan acertadamente, siendo tan oportuna para aparecer en mi lista de blogs seguidos que solo me queda aplaudirte.
    Un abrazo enorme, y gracias por tus palabras

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  2. Hay ciertos límites que cuando se traspasan, ya no hay marcha atrás. Pienso lo mismo; el dolor inspira y es lo que mueve la literatura. Sin embargo, cuando llegas a un punto, a lo alto de una montaña de heridas, te paralizas. Lo bueno, es que poco a poco irás bajando de esa cima y las palabras volverán a fluir.
    Besitos.

    Miss Carrousel

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  3. Hola cielo, tienes un premio en mi blog.
    Un besito.

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