domingo, 18 de marzo de 2012

Punto y final.

Y alli estaban ellos. Ocho de la tarde, en el anden numero dos, un beso en la boca, una lagrima y un adios que se llevaba miles de recuerdos.

1 comentario:

  1. Ojalá un adiós se llevara realmente miles de recuerdos; generalmente se llevan miles de ilusiones y dejan los recuerdos para atormentarnos.

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